La segunda investidura de Trump dejó una imagen simbólica: en la primera fila no estaban los miembros de su gabinete, sino los líderes de las grandes tecnológicas. Musk, Zuckerberg y Bezos ocuparon los lugares más privilegiados, mientras que los altos funcionarios del gobierno se ubicaban en la segunda fila.
El detalle no pasó desapercibido y refuerza la idea de que el verdadero poder en la política actual no solo reside en los gobiernos, sino también en quienes controlan la tecnología y la información:
¿Por qué su influencia es tan trascendental?
1.El control de la información: Empresas como Meta (Facebook, Instagram, WhatsApp), X y YouTube son las principales fuentes de noticias para millones de personas. Su capacidad para amplificar ciertos discursos y silenciar otros les otorga un poder sin precedentes en la configuración del debate público.
2.El financiamiento de campañas y movimientos políticos: Multimillonarios como Musk y Thiel han invertido en campañas y en medios de comunicación, lo que les permite moldear la opinión pública y favorecer a candidatos afines a sus intereses.
3.La inteligencia artificial y el big data en la política:
Las herramientas de IA permiten perfilar votantes, predecir tendencias y personalizar mensajes políticos de manera precisa. Esto les da a las grandes tecnológicas un nivel de influencia que antes solo tenían los gobiernos.
4.Influencia directa en la regulación: La cercanía de estos empresarios con el poder político les permite influir en decisiones clave sobre privacidad, comercio digital y libertad de expresión. Sus intereses están cada vez más presentes en las discusiones legislativas.
5.Un alcance global sin precedentes: A diferencia de los gobiernos, que operan bajo fronteras nacionales, estas empresas tienen impacto a nivel global. Pueden influir en elecciones y movimientos políticos en cualquier país sin necesidad de intervención militar o diplomática.
¿Quién está realmente en el poder?
La imagen de los magnates tecnológicos en primera fila y el gabinete de Trump en la segunda es más que simbólica: refleja cómo el poder ha evolucionado en la era digital.
Mientras algunos los ven como innovadores que están transformando el mundo, otros advierten que su creciente influencia puede redefinir la política y la democracia como la conocemos.
