
Freddy Martínez Luque.
Ricardo Chitty: «La ideología neoliberal no concibe naciones soberanas e independientes, por eso Venezuela es un problema».
El investigador y analista Ricardo Chitty aceptó la invitación que le hiciera el Centro de Pensamiento Intersaber para desarrollar una valiosa exposición sobre temas de la actualidad geopolítica mundial, ponencia que fue transmitida en vivo por la plataforma Google Meet y que se puede conseguir en el canal YouTube para los interesados en conocer lo expresado por este analista de temas geopolíticos.
La exposición titulada «Realidad venezolana y la geopolítica actual» se realizó en el Salón Santa Inés del edificio sede del Inces, en Caracas, y estuvo orientada en explicar cuáles son los motivos por los que la nación venezolana está en el centro de una disputa que apetece al hegemon occidental.
De entrada, Ricardo Chitty propone una metodología de estudio donde invita al repaso de conceptos como: Revolución Bolivariana, bolivarianismo, Socialismo del Siglo XXI, globalización, autonomía e independencia, liberalismo y neoliberalismo, Estado mercantil versus Estado público, entre otros interesantes tópicos por él expresados.
Al respecto, el analista trabajó basándose en un esquema de exposición que comenzó con el abordaje del término «globalización», concepto que diferenció con el de «megaglobalización», una experiencia nueva porque compromete a la totalidad del planeta».
Chitty afirma que esta estructura megaglobal, formada a partir de la Segunda Guerra Mundial, está en crisis porque hay una transición que él denomina, “transición a la realidad”, calificándola como “compleja y contradictoria” “porque permite que surjan otras estructuras de esas características como los Brics o el Grupo de Estados del Sudeste Asiático, aunque no existan definiciones concretas hacia dónde vamos como mundo internacional, pues no sabemos lo que va a ocurrir”.

Sin embargo, añadió que, frente a esta realidad en transición, Venezuela parte con ventaja porque tiene un esquema de desarrollo, un proyecto de país y una finalidad, “un proyecto de país estructurado en base a una doctrina geopolítica originada en el bolivarianismo de la Primera República; una línea que fue rescatada por el presidente Chávez con dos principios fundamentales: la independencia y la soberanía”.
“En este esquema de nación hay una visión local e internacional que acertadamente aplicó el presidente Chávez para su gestión de política exterior, esquema tan efectivo e influyente que el hegemon occidental tuvo que atacarlo para destruirlo”.
“La política bolivariana de darle un carácter geopolítico a los recursos energéticos resultó positivo para la región; si no, no viene el asedio, si hubiese sido negativo, no asedian a Venezuela; fue acertada esta política, de allí el ataque que tiene como fin evitar que se desarrollara esta propuesta, en donde el aspecto social y el aspecto productivo son tomados en cuenta, por eso se habla de Socialismo del Siglo XXI”.
El analista afirma que tal ataque se explica porque la visión geopolítica de Chávez fue de por sí un logro de su política de integración latinoamericanista y agrega que esta estructura global se basa en la dominación y es antagonista a cualquier propuesta de autonomía e independencia, conceptos no compatibles a su esquema de hegemonía planetaria. “Por ello hay un choque inevitable”, explica, “una situación que convierte a Venezuela en un problema, porque mientras se piensa en cómo invertir los recursos, en cómo resolver los asuntos locales con independencia, para el hegemon esto es inaceptable”.
“Y no es aceptable porque, en la ideología neoliberal, no se conciben que haya desarrollos locales, puesto que todos los países tienen que estar integrados a un sistema de finanzas dominado por el dólar y el euro, un engranaje que condiciona a los países al colonialismo y a la dependencia económica”.
“Ciertamente, la línea bolivariana apoya la visión del Sur posible, planteamiento el cual es consecuente con la realidad que ocurre hoy en día, por ejemplo África, un continente que está asumiendo autonomías, reclamando su oro y exigiendo otro tratamiento en los contratos con los países europeos, un hecho que le ha generado problemas financieros a Francia”.
“Entonces Venezuela, como nación fundamental en ese nuevo acontecer mundial, va a estar siempre presionada para que, o forme parte de un bloque, o forme parte del otro; ahí está la pericia de sus dirigentes de ver cómo hacen para llamar a la sensatez y proponer que se puede estar con otros bloques, siempre y cuando nos respetemos todos, que es en realidad la finalidad de la nueva comunidad internacional”.
