Fue el tema o la pregunta de convocatoria del Centro de Pensamiento Intersaber a un grupo de interesados en conocer sobre el actual clima político norteamericano y las posibles consecuencias que tendrán sus resultados, particularmente, en la República Bolivariana de Venezuela.

Este conversatorio se realizó en la sede de Intersaber ubicada en el casco histórico de Caracas con la presencia de Franklin González y Marcos Fuenmayor en calidad de ponentes, actividad que fue transmitida vía zoom para los participantes del interior del país y que luego puede ser ubicada en la red social Youtube en el canal de Intersaber
(https://youtube.com/@centrodepensamientointersaber?si=0gp6CSZFKBt1n0bt)

A pocos días de las presidenciales en los Estados Unidos muchas situaciones se tejen en ese entramado de intereses capitalizado por ese sistema bipartidista cuyo presidente es elegido por 538 representantes agrupados en los Colegios Electorales que son, en definitiva, quienes deciden por más de 340 millones de habitantes.Para el propósito de conocer cómo es ese particular proceso de elecciones en este país el Doctor Marcos Fuenmayor explicó sobre los tecnicismos que rige este sistema electoral “heredero de las formas de colonización del imperio británico que se instaló en América del Norte en el siglo XVII”.Este proceso, de votación indirecta, fue diseñado en 1783 y prevaleció el sistema federal de igualdad de cada estado que al principio escogía un representante que, a su vez, elige al presidente y al vicepresidente del país.
En 1804 se modificó aunque en la actualidad el Colegio Electoral está compuesto por 538 electores o representantes.Es tan complejo este sistema comicial que en la boleta electoral, a pesar de que los ciudadanos no eligen por el candidato presidencial, el nombre de este si aparece; de esa manera los compromisarios (los encargados de elegir presidente) están obligados a votar por el candidato que están representando, aunque han habido casos donde un compromisario vota por el contrario.En este sistema la mayoría absoluta se gana con 270 votos, es decir, la mitad de 538 más 1.
Fuenmayor considera que este método electoral permite muy poca movilidad política a pesar de que los representantes al Congreso se eligen por votación directa. El ponente estima que la estructura electoral de los Estados Unidos se debe examinar con ojo crítico porque, “así como esta democracia imperial no cumple con los estándares establecidos de la democracia representativa, tampoco debemos verla como ejemplo”.Características del sistema electoral norteamericano Marcos Fuenmayor caracterizó el sistema electoral de segundo grado de los Estados Unidos de la siguiente manera: permite poca movilidad política, garantiza estabilidad política, el Congreso no es representativo, la continuidad política es solo para las altas esferas (Congreso y Presidencia), la mayoría de los estados son estáticos en cuanto a la elección presidencial.
Otra característica de este sistema, es que quien gana la elección en un estado se lleva todos los votos de los compromisarios, una manera de decir que son los estados quienes votan en el Colegio Electoral, una manera un tanto arbitraria generadora de crisis de representatividad.Para esta votación, los llamados “estados bisagras”, (las entidades que aportan más votación de los Colegios Electorales al candidato presidencial) son Arizona, Carolina del Norte, Michigan, Giorgia, Nevada, Pensilvania y Wisconsin.Fuenmayor cuestiona que los Estados Unidos pretendan darle lecciones a los demás países pero si uno analiza matemáticamente las elecciones de todo el siglo xx uno se da cuenta que el Congreso no es representativo, tampoco las legislaturas estadales porque no reflejan la composición política de la población.
Para finalizar, el ponente considera que esta estructura política está diseñada para perpetuar el dominio de la clase dominante que genera conflictos cuando las contradicciones son insostenibles en el seno de esa misma clase dominante.