LA GRANJA DE LOS ANIMALES

Por Félix M. Roque Rivero

El presidente Donald Trump, pasándose por el forro el texto constitucional de su país y, sin contar con la autorización del Congreso, ordenó un ataque a las bases nucleares iraníes de Fordow, Natanz e Istahán. Se trata de una acción militar que anuncia el inicio de lo que Noam Chomsky llamó “la estupidez institucional. En efecto, el filósofo norteamericano, en un discurso pronunciado el 4 de abril de 2015 señaló: “La estupidez individual tiene remedio, pero la estupidez institucional es mucho más resistente al cambio. En esta etapa de la sociedad humana, pone verdaderamente en peligro nuestra supervivencia. Por eso pienso que la estupidez institucional debiera ser nuestra principal preocupación”.

     Siguiendo al Dr. Chomsky, todo apunta a señalar que con su orden, Trump ha dado un paso inequívoco en iniciar la estupidez institucional de sí mismo y de su Gobierno y Ejército. El haber pasado por alto su ordenamiento jurídico interno y las normativas internacionales del derecho, indican que la humanidad, como nunca antes desde la crisis de 1962 cuando los misiles soviéticos se ha puesto al borde del precipicio de una conflagración mundial.

     La guerra unilateral iniciada por el Gobierno Israelí contra Irán, bajo el argumento de destruir las armas atómicas, presuntamente construidas por la Nación Persa, tuvo como respuesta, el derecho legítimo de Irán a defenderse y el cielo israelí se alumbró de noche ante los cientos de misiles lanzados contra Israel que causaron grandes daños a ciudades importantes, incluyendo la capital Tel Aviv. Irán informó del asesinato de varios generales y soldados de la Defensa de la Guardia Revolucionaria, así como mas de 500 ciudadanos. El liderazgo iraní anunció que castigaría al país sionista y advirtió al gobierno de los EEUU que no se metiera a favor de Israel. El clímax en la zona de Oriente Medio se crispó y eso ha creado una tensión de impredecibles consecuencias.

     Tras este ataque, dado los intereses geopolíticos y geoestratégicos en juego, importa preguntarse qué harán naciones como Rusia, China y Corea del Norte. ¿Se sumarán en apoyo a Irán o, prevalecerá el pragmatismo y, en lugar de lo político-ideológico, prevalecerán los intereses económicos debidamente calculados? Trump justificó su acción y dijo actuar en defensa de la paz del mundo. Al hablar, mostró la seguridad de estar apoyado por lo que Chomsky llamó el “Estado Profundo”. Señaló estar apoyado por el mismísimo Dios quien lo iluminó a la hora de dar la orden de ataque. Irán seguramente tomará represalia ante este ataque y ello tal vez ocurra en territorio israelí o en otras partes del planeta. También es de esperarse reacciones de algunos países aliados de los persas.

     El ataque tendrá repercusiones internacionales. Uno de ellos pudiera ser contra Venezuela, país que se ha declarado amigo y aliado de Irán. Fuertes lazos económicos-petroleros existen entre ambas naciones. Venezuela, como se sabe, posee la mayor reserva petrolera del planeta y eso es un bien apetecible para las pretensiones imperiales de contar con suministro petrolero cercano, confiable y seguro. Probablemente el Gobierno presidido por Nicolás Maduro Moros y su Equipo político-militar evaluarán los alcances y consecuencias del ataque y consultaron con los aliados, los pasos a seguir. Tal vez se analice la acción de espionaje y penetración de los servicios de inteligencia israelí y gringos que emplearon en Irán y que pudieran ocurrir a lo interno de los organismos de seguridad venezolanos. Pasarán revista a la unidad de mando del Ejército Bolivariano y su capacidad de respuesta y, elaboraran algún plan para la seguridad de la Nación, más allá de la simple defensa que, como sabemos, es limitada al concepto aplicable al TIAR y a la Carta de la OEA, de la que Venezuela ya no es miembro. Otros países de America Latina, amigos de Irán, también estarán en la mira del Comando Sur de USA.

     Volviendo al texto de Chomsky, referimos que la estupidez institucional es una especie de estupidez “que es enteramente racional, que varía entre lo grotesco y la enajenación virtual”. El ensayo escrito por George Orwell titulado “La Granja de los Animales”, que aborda a manera de sátira el “enemigo totalitario”, alguien se lo puso a Trump en su escritorio de la Casa Blanca. Tal vez apenas leyó el prólogo a una de sus ediciones y, desconociendo el contenido, dio la orden de ataque sin medir las impredecibles consecuencias. El mundo está expectante. Reina la incertidumbre. Miles de inocentes padecen el horror de la guerra, mientras los grandes empresarios que fabrican armas y las venden, se frotan las manos ante las pingües ganancias que abultan sus cuentas bancarias. Trump es un empresario-presidente. Su campaña se caracterizó por los llamados a eliminar las guerras. Hoy el mundo lo observa fomentándolas de manera que espeluzna al planeta. Este ataque, lo repetimos es un acto de estupidez institucional. Trump sabe lo que ha hecho y quienes le secundan en esta aventura también. Tal vez hayan calculado la reacción de otras súper potencias y el ataque sea un ensayo previsivo. Los tambores de la guerra retumban, los pueblos libres y soberanos, claman por La Paz.

Táchira, junio 21 de 2025.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *